Dicen
que los fantasmas no existe. Dicen que son cosas de miedosos pero… que no te
encuentres uno cuando te levantas por la noche medio dormida/o porque te puede
dar algo.
Ja,
ja, ja
Llena un vaso de guisantes hasta el borde.
Añade agua, también hasta el borde.
Coloca el vaso en una bandeja metálica y ponla debajo
de la cama.
Sólo queda esperar a que los guisantes se empapen de
agua y poco a poco van engordando.
Cuando ya no caben en el vaso empiezan a caer sobre la
bandeja con unos ¡plops!.
Da mucho miedo oír cómo caen en la bandeja cuando
estás dormido.
¡Es una broma fantasmal muy divertida!
Nos la propone Rebeca
El fantasma era un poco bromista.
El turista Paco se
alojó en el castillo. No sabía que el fantasma le iba a gastar una broma… de
miedo.
Paco se puso a ver la tele sin hacer caso de lo que le
dijeron de que en el castillo vivía un fantasma.
Al rato de estar viendo la tele se apagó. Paco cogió
el mando a ver que le pasaba a la tele y no funcionaba.
Mirando qué podía ser, descubrió que el cable se había desenchufado. ¿Solo?
Paco no durmió en toda la noche.
Esta historia la cuenta Lucía
El turista que había visitado el castillo de Elien
Doan, se fue a su casa; se sentó en el sofá y puso la tele…
El fantasma le dio un susto de muerte…
¡estaba dentro de la televisión riéndose de él y no
podía cambiar de canal!
Una idea de León
Ya le avisaron al turista cuando reservó habitación en
el castillo.
El turista no creía en los fantasmas por lo que no
prestó mucha atención hasta que el fantasma se escondió en un cajón.
El turista
lo abrió y el fantasma lo asustó.
Fue tal el tebleque que le entró que lo tuvieron que
ingresar de urgencias en el hospital.
Una historia de Ana
El turista pasea por el castillo y, sin pensarlo mucho, llega hasta la torre.
Se asoma por la ventana y…
¡El fan, el fan, el fantasma
está en la fachada a la derecha!
¡Casi le pude tocar y le sonríe! y…
¡Buuuuu!
Patatús y ... a urgencias.
Historia de Inés