Aquí podeis ver algunas fotos de la obra de teatro " La máquina del tiempo" en la que viajamos por la Edad de Piedra, la Cáparra romana, la Edad Media y el futuro.
Al final, todos juntos cantamos una canción.
Desde la escuela para el mundo...sólo la reflexión personal hará que vivamos más dignos, amables y justos.
martes, 22 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
un estracto de la actuación de Navidad
A continuación una parte de la obra "La máquina del Tiempo" con guión original de Raúl Quijada:
Sara: Pero esto de ser estatua es muy aburrido.
Cualquiera se queda aquí dormido.
Mucha gente ni nos mira.
Eso si que da fatiga.
Nos tragamos todo el polvo de este camino.
No nos limpian ni un "poquino".
Ana: Me han contado que a la mayoría de las estatuas romanas nos quitan la cabeza y nos ponen otra nueva.
Sara: ¡Ay que miedo! Prefiero que se me pose una paloma encima.
Ana: Tenemos mucha suerte que no estamos al lado en un camino cualquiera,
ésta es la Vía de la Plata,
tanto romano !Qué lata!
pasando carros y carretas
y de remate... trompetas.
Comienzan a sonar pasos de soldados romanos. Entran en el escenario dos soldados a paso ligero. Cuando para el primer soldado el segundo se tropieza detrás de él.
Omar: Ave César. (al golpearse en el pecho se tumba a sí mismo cayéndose sobre el otro soldado).
Detrás entra Lourdes y comienza a hablar con las tres niñas.
Lourdes: Hola ¿Quiénes sois?
No me suena vuestra cara.
Me parecéis un poco rara.
Yo me llamo Andrea.
YO Tania.
Y yo Rocío.
Lourdes: Menos mal que me encuentro con niñas porque llevo cuatro días de viaje con estos romanos que sólo saben hablar de gladiadores y de batallas.
Daniel: Venimos desde Emérita Augusta.
¡Que gladiadores en el circo!
!Como jamás yo he visto!
!Y en el teatro que diversión!
!Sentí mucha emoción!
Sara: Pero esto de ser estatua es muy aburrido.
Cualquiera se queda aquí dormido.
Mucha gente ni nos mira.
Eso si que da fatiga.
Nos tragamos todo el polvo de este camino.
No nos limpian ni un "poquino".
Ana: Me han contado que a la mayoría de las estatuas romanas nos quitan la cabeza y nos ponen otra nueva.
Sara: ¡Ay que miedo! Prefiero que se me pose una paloma encima.
Ana: Tenemos mucha suerte que no estamos al lado en un camino cualquiera,
ésta es la Vía de la Plata,
tanto romano !Qué lata!
pasando carros y carretas
y de remate... trompetas.
Comienzan a sonar pasos de soldados romanos. Entran en el escenario dos soldados a paso ligero. Cuando para el primer soldado el segundo se tropieza detrás de él.
Omar: Ave César. (al golpearse en el pecho se tumba a sí mismo cayéndose sobre el otro soldado).
Detrás entra Lourdes y comienza a hablar con las tres niñas.
Lourdes: Hola ¿Quiénes sois?
No me suena vuestra cara.
Me parecéis un poco rara.
Yo me llamo Andrea.
YO Tania.
Y yo Rocío.
Lourdes: Menos mal que me encuentro con niñas porque llevo cuatro días de viaje con estos romanos que sólo saben hablar de gladiadores y de batallas.
Daniel: Venimos desde Emérita Augusta.
¡Que gladiadores en el circo!
!Como jamás yo he visto!
!Y en el teatro que diversión!
!Sentí mucha emoción!
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